AquaMAG es un magnetizador de agua que le permite magnetizar cualquier fluido para los seres humanos o la agricultura. Podemos enviarles el manual por correo si desea más información. El agua es el principal constituyente del cuerpo, y puede ser más del 75% del cuerpo humano. Las células, los tejidos, los órganos y todo el aparato están formados por agua, cuya principal tarea es transferir información entre los distintos distritos del cuerpo, transportar nutrientes y limpiar los tejidos de la toxicidad a la que están sometidos constantemente. Muchas disfunciones orgánicas y patologías inflamatorias que atribuimos a factores externos resultan estar generadas por el escaso aporte de agua en los tejidos o por su mala calidad, lo que puede incluso provocar toxicidad endógena. Estos problemas se definen en la "Fisiopatología del Agua". La calidad del agua que consumimos y con la que regamos nuestros campos se ha convertido en un enorme problema que los investigadores llevan años intentando resolver. Su preocupación ha sido siempre mejorar las características del agua sin alterar sus propiedades químicas. A lo largo del tiempo se han desarrollado varios métodos, pero todos tienen sus limitaciones: los métodos químicos, por ejemplo, son muy caros y alteran sus propiedades químicas naturales, mientras que las técnicas de membrana tienen el inconveniente de la obstrucción, lo que conlleva grandes problemas logísticos, altos costes de funcionamiento y un mantenimiento constante. Estos métodos son poco sostenibles para el medio ambiente y no aportan ningún beneficio a los seres vivos. En 1975, los científicos hicieron un descubrimiento increíble: se dieron cuenta de que en el agua, las moléculas de H2O (la fórmula química del agua) están unidas entre sí como si formaran una red. Sin embargo, cuando el agua es fresca, las moléculas son muy móviles y no están unidas entre sí. Por lo tanto, la densidad también varía. El agua ordinaria tiene diversos grados de densidad y viscosidad que, según se afirma, sólo influyen en su frescura y sabor. Al examinar el agua de los manantiales de montaña, que es fresca y agradable de beber, se ha comprobado que tiene unas características de fluidez más elevadas que el agua que se deja reposar o el agua subterránea. La medición espectroscópica, un método frecuentemente utilizado en los laboratorios de análisis, ha demostrado que el agua con un mayor grado de fluidez no absorbe la radiación luminosa en el rango de ondas de 3 micras. Por lo tanto, se puede concluir que el agua de manantial de montaña tiene una estructura intermolecular diferente. El revolucionario descubrimiento fue que al someter el agua a un flujo de cargas biomagnéticas, al cabo de cierto tiempo cambiaba sus características físicas, adquiriendo tanto sabor como propiedades similares a las del agua de manantial. Otras pruebas físico-químicas demostraron que las sales se disolvían mucho más rápidamente en esta agua y que las reacciones químicas con el agua como reactivo se aceleraban. Desde el punto de vista físico, debido a la ruptura de los enlaces intermoleculares, el contenido energético de las moléculas de agua cambia, es decir, cuanto más fluida es el agua, más energía tiene.. EL CAMPO MAGNÉTICO CAMBIA EL PH DEL AGUA? Muchos investigadores han demostrado que el tratamiento magnético no tiene ningún efecto sobre las propiedades químicas del agua, pero sí afecta a parámetros físicos como el pH y la conductividad eléctrica, además de cambiar la configuración de las partículas iónicas del agua al pasar por el campo magnético. Utilizando campos magnéticos naturales, se observó que, a medida que pasaba el tiempo, el valor del pH del agua sometida al campo aumentaba. Cuando el campo magnético terminó, el agua volvió gradualmente a su valor original con el tiempo, confirmando la teoría de su memoria. La magnetización del agua, al mejorar sus propiedades físicas, la convierte en una herramienta curativa que, si se utiliza correctamente, puede ayudarnos a resolver muchos problemas.


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